La importancia de las historias en la asistencia sanitaria
Las historias son un valioso apoyo para los cuidados centrados en la persona. La Organización Mundial de la Salud define los cuidados centrados en la persona como un modelo mediante el cual se atiende a personas, familias y comunidades, quienes a su vez pueden participar en sistemas sanitarios de confianza que respondan a sus necesidades de una manera humana y holística. Para ello, es necesario comprender a los pacientes y participar en su proceso de toma de decisiones con el fin de fomentar prácticas de cuidados. ¿Cómo pueden las historias ayudarnos en este aspecto y a qué nos referimos con historias?
A través de las historias, la persona transmite una experiencia o un acontecimiento de tal forma que revela sus valores, prioridades y expectativas. Una historia no es solo una lista objetiva de hechos -aunque tampoco es mera ficción-, sino que se trata de una descripción subjetiva que organiza las experiencias de la vida para darles sentido. Al contar una historia, elegimos qué decir y cómo decirlo, en función de la situación y el interlocutor. Al convertirlas en historias, darles coherencia y establecer conexiones entre ellas, damos sentido a las distintas experiencias que vivimos a diario. Por este motivo, las historias pueden ser complejas y multifacéticas. A veces, no tiene sentido contar historias del todo coherentes; estas pueden ser contradictorias y confusas y nos ayudan a expresarnos cuando tenemos dificultades para integrar eventos vitales y sentimientos complejos o difíciles. Las historias pueden ser especialmente útiles en este sentido, ya que pueden revelar tensiones o conflictos subyacentes. Por otro lado, las historias se cuentan a alguien de tal manera que también se amoldan a la relación que el narrador tiene con el interlocutor o interlocutores.
En la asistencia sanitaria, las historias pueden complementar el modelo médico de diagnóstico y tratamiento, y comunicar sentimientos sobre la experiencia vivida de la enfermedad y los cuidados recibidos. Esto es importante porque todos vivimos la vida desde nuestra propia perspectiva, que determina cómo interpretamos y comprendemos los acontecimientos.
Podría decirse que las historias permiten a los demás acceder a una comprensión más holística y subjetiva de nuestra experiencia. Las historias rompen barreras pudiendo así revelar cómo los pacientes vinculan aspectos sobre la salud, la asistencia sanitaria y el bienestar, que las funciones profesionales e instituciones pueden llegar a separar. Este aspecto holístico de las historias puede contribuir al desarrollo de habilidades que nos ayuden a pensar más allá de los límites y cuerpos de conocimiento profesionales.
Escuchar historias con atención puede, por tanto, ayudar a los profesionales sanitarios a ponerse en el lugar de los demás, profundizando así en la empatía por las personas. Pero este tipo de atención puede ser muy difícil de fomentar en un ambiente donde priman tiempos limitados y procedimientos estipulados. Las herramientas que se desarrollan mediante la interpretación de historias pueden ayudar a los profesionales sanitarios en estas situaciones difíciles. Escuchar con atención las historias ayudará a los profesionales sanitarios a integrar las prioridades y capacidades de las personas mayores en su práctica al obtener una mejor comprensión de cómo las intervenciones médicas y el estilo de vida afectan tanto de manera positiva como negativa a los deseos, decisiones y, por consiguiente, al bienestar de los pacientes.
Las historias pueden interpretarse de distintas formas, dependiendo del momento y el lugar en el que se cuente la historia y de quién esté escuchándola. Cada uno de nosotros aporta sus propias experiencias y perspectivas a las historias que escucha. Podemos aprender mucho al tener en cuenta que surgen interpretaciones diferentes y de qué manera lo hacen. Esto nos permite escuchar mejor para poder discernir mejor los aspectos importantes para el narrador, abriendo así la comunicación. En nuestra formación, usamos historias en diversos formatos -escrito, audio y algunas historias digitales-, que incluyen imágenes y música elegidas por los propios narradores. Al diseñar nuestra formación, nos hemos basado en teorías del aprendizaje que sustentan los ejercicios incluidos en los módulos..
Cuando hablamos de historias, nos referimos a formas de comunicar eventos y experiencias que reflejan cómo damos sentido a nuestras vidas.
Las historias reflejan las experiencias vividas al comunicar nuestros valores, creencias y deseos subyacentes, algo que las categorías diagnósticas y los datos médicos no pueden hacer.
Las historias suelen suscitar una conexión emocional. Este aspecto interpersonal de las historias nos aleja de un modelo en el que los profesionales sanitarios son quienes toman las decisiones, y nos acerca a una relación más humanista y colaborativa en la que se reconoce que las personas que necesitan cuidados tienen sus propios recursos, y sus experiencias se consideran importantes.
Lo que llamamos aprendizaje a través de las historias es un proceso de diálogo y reflexión sobre historias que otorga un lugar central a la escucha y la empatía.
Caringstories es la plataforma de formación que hemos desarrollado basándonos en esta investigación y pedagogía, donde encontrarás un marco de aprendizaje único centrado en el poder de las historias.